“Cuando yo era aún más joven y bella, me dio por leer a un escritor
latinoamericano que estaba en boga”.
Relato. “Mexicali y sus costumbres”
“Crecí en una ciudad especial, porque en ella solo se quedan quien realmente la ama”.
Relato. “Momentos imborrables”
“Corría el año de 1967 cuando llegué a vivir con mi familia a Zapotlanejo, un pintoresco pueblito de Jalisco. Ahí me tocó ir a una escuela de gobierno para niñas y todos los viernes nos exigían ir a confesarnos”.
Relato. “Sabor a cobre”
“El estruendo te arrancó del desmayo. No sabes con qué te golpearon detrás de la cabeza. Pudo ser una piedra del propio baldío al que te llevaron o un culatazo. El golpe fue seco”.
Relato. “Otay”
Como todo lunes, Alejandra esperó somnolienta en la parada, ¡Debió ser su día de suerte! Porque, como de costumbre, la jauría de jóvenes se atiborraba como bestias sedientas para alcanzar un asiento en ese largo camión, azul y blanco. No se dieron cuenta del otro camión que llegó justo atrás.
Relato. “Las lluvias de Tijuana”
“Las bestias que viven en el cerro, o en los barrancos. Aparecen cuando escuchan a los niños chapoteando en los charcos que dejaron, son pequeñas trampas que se ven divertidas…’’
Relato. “El calor de Tijuana”
Sea lo que fuese, nadie pudo negar que ese calor rivalizó al infierno mismo, el sol arremetía con un odio tremendo hacia la comunidad de Tijuana.
Relato. “La danza”
La punzada filosa no se detuvo, ni Abby tampoco, tarareando la canción, atraída y feliz, continuó hasta llegar a la zona más famosa del CECUT.
Relato. “Los túneles de Tijuana”
“Según decían, que en la punta del cerro había una cueva” su voz es pesada por los años de congojo y espera. “Mis hermanas eran muy aventureras, chiquillas traviesas que andaban de aquí para allá, descubriendo los secretos del universo”
“La 2000”
Fernanda se dio la vuelta, buscando el origen de esa voz, infantil y débil que rebotaba a su alrededor. “Llegó otra” La misma voz dijo con pesar.