Ya siento en el ánimo de quien lea esto ese desprecio tolerante que suscita el que cuenta cosas que sólo a él interesan. Veo escritas, escritas por mí, esas frases cuyo recuerdo todavía me estremece, y que sin embargo se quedan desnudas, dulzonas, porque no tienen ya, ni puedo lograr que tengan al escribirlas, eso que las hacías respetables y conmovedoras…
Mis libros. (Fragmento)
Si fuera posible escribir estas verdades con puntas de flechas pulidas por las manos cobrizas de comanches en guerra, lo haría, y lo haría sólo por el gusto de sentirme en el paisaje donde aún se respira la libertad heredada de nuestros ancestros.
Cartas a Ricardo. (Fragmento)
Hasta hoy, apenas, llegué aquí y tuve el gran gusto de recibir su carta y de que me informaran de viva voz de su telegrama.