“Desde pequeña mis padres han dejado claro que puedo hacer lo quiera respecto de mi cuerpo”.
Relato. “Rebeca, mi madre”
“Los cabellos necios le recubren cual manto a las vírgenes de catedral. No es una virgen, tampoco una santa, es solo mi madre. Título que se le dio sin preguntar hace diecisiete años, cuando ella tenía casi mi edad”.
Relato. “El paisaje”
“Otro día más de camino a la parada del autobús”.
Relato. “La lectora de cuerpos”
“Conocí a una mujer que sabía leer el cuerpo”.
Relato. “Asco”
“Tenía miedo de ir a clases y encontrármelo, porque sabía que en algún momento él me atacaría”.
Relato. “La limpia del niño”
“Marina, de 35 años, cree que la vida le sonríe de oreja a oreja”.
Relato. “Una noche con el dios del amor”
“Cuando yo era aún más joven y bella, me dio por leer a un escritor
latinoamericano que estaba en boga”.
Relato. “Mexicali y sus costumbres”
“Crecí en una ciudad especial, porque en ella solo se quedan quien realmente la ama”.
Relato. “Momentos imborrables”
“Corría el año de 1967 cuando llegué a vivir con mi familia a Zapotlanejo, un pintoresco pueblito de Jalisco. Ahí me tocó ir a una escuela de gobierno para niñas y todos los viernes nos exigían ir a confesarnos”.
Relato. “Sabor a cobre”
“El estruendo te arrancó del desmayo. No sabes con qué te golpearon detrás de la cabeza. Pudo ser una piedra del propio baldío al que te llevaron o un culatazo. El golpe fue seco”.