Acerca de la presentación del libro Diles que no nos vean
Por: Aidé González Lima
“Bien mirados, todos nos ocultamos,
completamente desnudos,
en los vestidos que usamos”.
Heinrich Heine
La escritora Marcia Ramos es originaria de Tijuana, es licenciada en Lengua y Literatura de Hispanoamérica, Maestrante en educación, ha obtenido premios y becas literarias como el PECDA en el 2018. Es tallerista de narrativa y poesía. En su libro Diles que no nos vean la autora explora un género no tan sonado o conocido: el especulativo, expuesto en variedad de relatos.
Diles que no nos vean es un texto de ciencia ficción -aunque también de suspenso y de terror- que especula en el impacto tecnológico en una sociedad futura. El libro consta de 53 relatos cortos, cuentos y minificciones. Alterna cuento y minificción con temas apocalípticos. Otros, incluso, pueden ser desgarradores: una niña que acuchilla a sus muñecos, un literato feminicida; un personaje apocalíptico: Cthulhu enamorado.
Se puede constatar que la rareza, la extrañeza, lo asombroso, lo sobrenatural es lo único presente entre sus páginas. La hibridez cobra vida en estas historias que, en su carácter lúdico, ocasionan al lector la sensación de estar leyendo algo fresco y desenvuelto.
Es preciso señalar algunos cuentos que servirán para ejemplificar cómo la autora desarrolla el género especulativo. En “El amor de Marco” parece, en primera instancia, tratarse de un relato de amor típico donde se describe el enamoramiento del personaje principal y su idea de querer terminar la relación. El final resulta sorpresivo y cambia totalmente lo que se iba creyendo al leer, apareciendo un personaje muy conocido en el conocimiento popular. La sucesión de imágenes contrastantes recuerda la forma de un poema en donde se conjugan realidades distintas, como lo anota la escritora Elizabeth Villa en la introducción: “Poeta que es narradora, consigue que el efecto visual, en varias de las breves narraciones, tienda a mostrar su mejor capacidad de síntesis poética”.
La autora utiliza bien las figuras literarias para mostrar esta síntesis que menciona Villa. El cuento con-line tiene rememoraciones de otro texto de otra autora: Kentukis de Samatha Shweblin. Hay un paralelismo inquietante en ambos, donde la tecnología es usada para crear artefactos que pueden ser controlados a distancia. En el caso del relato de Marcia Ramos se trata de asesinatos a distancias por medio de un videojuego. En “Viridiana” se usa la técnica de contar dos historias para que una resalte al final, el protagonista va a un bar y, en apariencia, la narración se centra en él, pero al encontrarse con el literato aparece la segunda historia: la de un feminicida.
Como se observa, los contrastes, antinomias y demás son recursos en los que recurre constantemente la autora. Lo mismo sucede en las mini ficciones, solo que, en este caso, las imágenes se superponen, al ser un espacio reducido la forma que adquieren podría ser parecida a la de un fractal: objeto simétrico, fragmentario y aparentemente irregular que se va repitiendo. Es entonces en las mini ficciones donde el estilo de la autora se vuelve más nítido de apreciar.
En cuanto al lenguaje: cuando se usa la tercera persona el narrador es inquisitivo, austero, muestra lo necesario y es modesto en descripciones. Cuando se les da la palabra a los personajes, el lenguaje se vuelve vivaz, se yergue entre provincialismos que destacan en un ritmo acelerado.
El libro Diles que no nos vean parece contradicir su mismo título pues es una invitación a mirar al género humano a través de su facetas desgarradoras y terribles. Al mismo tiempo, es una invitación a reconocerse y meditar sobre sí mismo.
Ramos, Marcia (2019) Diles que no nos vean, La tinta del silencio: México.