por Rosa María González Toledo
La FILBO, o Feria del Libro en Bogotá, es una de las más grandes de América Latina y tiene una duración de tres semanas. La feria se instala en un predio que pertenece a Corferias, contiene un amplio estacionamiento y numerosos edificios. Cabe destacar que este espacio es utilizado para diferentes exposiciones dedicadas a grupos y artículos diversos, esto favorece y promueve la economía local. La Feria del Libro se distribuye dentro de este espacio de varios edificios enfatizando colecciones para muy diversos gustos y necesidades. Sin embargo, es la producción local, científica y universitaria la que aporta relevancia e interés de los colombianos en general.
Los edificios, también llamados pabellones, ofrecen exposiciones de libros con descuentos que van del 10% al 50% de descuentos, y promociones que ofertan cuatro libros en la compra de dos. Estas promociones y descuentos son importantes ya que el grueso de la población tiene salarios muy bajos 1,423.500 pesos colombianos, los bogotanos no podrían invertir en libros muy costosos.
Los visitantes en la feria los días laborales son estudiantes y maestros, y un número alto de adultos mayores, en su mayoría jubilados. En estos días los jóvenes adquieren carteles, cómics, manga y algunos libros. Los maestros de grupo buscan materiales de apoyo y juguetes didácticos. Estos grupos escolares se inscriben a los diversos talleres que se ofrecen para los alumnos, desde la primera infancia. Los adultos jubilados adquieren novelas y cuentos y se reúnen alrededor de los cafés instalados alrededor de toda la feria, lo que le da un toque nostálgico y bohemio a la propuesta literaria.
Los días feriados, de descanso o libres la población cambia totalmente, pues son las familias quienes acuden a comprar libros juguetes y se inscriben a los pabellones de talleres diversos. Los puestos de comida se desbordan y no tienen espacio suficiente, por lo que los comensales se acomodan en cualquier parte para estar ahí. Ya que la feria inicia a las 9:00 de la mañana y cierra sus puertas a las 8:30 de la noche con una actividad ininterrumpida aun con lluvia.
Oferta Cultural
La propuesta de talleres es organizada por Corferias y las casas editoriales. En cada pabellón se presentan libros de la feria con estrategias encaminadas a convencer a sus asistentes de la calidad, interés y originalidad del tema que se propone, de esta forma podría decirse que cada pabellón es una propuesta literaria con objetivo de venta. Pero padres e infantes quedan muy satisfechos de la actividad realizada.
Las presentaciones de libros dentro de los muy diversos escenarios son propuestas de los editores y universidades, en ellas se revisa las novedades o conclusiones de las investigaciones estudiantiles, lo que permite el surgimiento de nuevos conocimientos. Aunque en la FILBO también se genera una fuerte promoción a la cultura local y sus tradiciones. Por lo cual este año se revisaron varios libros que tratan el tema de la comida, la nutrición y las bebidas de cada región. Y todas ellas fueron del agrado de los asistentes.
En otro enfoque los cómics y panfletos que se expusieron y se vendieron en la feria fueron ejecutados por la escuela de Psicología y Literatura, para generar conciencia sobre temas como el bullying, la discriminación, las enfermedades mentales y la persecución social. Aunque también había carteles sobre caricaturas, personajes famosos, pinturas, etc.
Entre las ofertas literarias destaca la de los maestros de una región de la Amazonia, ya que sus libros son escritos por niños y para niños, para atender los problemas de la destrucción del hábitat y la de los animales en peligro de extinción. Esta propuesta es tomada de una iniciativa del gobierno del Brasil, que ofrece una plataforma para que se escriban los textos, y con la posibilidad de que el texto pueda imprimirse a través de un código. Sin duda resulta inspirador y atrayente ya que los mismos maestros hacen uso del recurso y escriben.
Además de la venta de libros, los pabellones didácticos y la presentación de libros el visitante puede dar una vuelta por las exposiciones de dibujos, fotografías, y letras que hacen una representación museográfica donde el asistente conoce momentos de la historia que han involucrado a Colombia, en circunstancias adversas, estas son expuestas a través de los cómics, los retratos y los muros, donde la imagen y la palabra se conjugan.
La feria del libro es además un territorio de conquista para que el lector local se haga consumidor de otras ofertas literarias y otras campañas. Este año el país invitado “España” destaca que sus ventas en Bogotá, Colombia no son tan grandes como en otros países de América Latina ya que la competencia con el mercado literario local es muy fuerte y abarca temas modernos.
En este evento literario se dieron todo tipo de encuentros, la palabra escrita fue presentada por escritores en los diferentes foros, los editores hicieron recomendaciones para promover obras literarias, los pabellones realizaron las estrategias para atender y promover la lectura entre los niños desde la primera infancia, adolescentes y jóvenes, las salas universitarias motivaron a su audiencia a través de conferencias y charlas. Los escenarios presentaron a los artistas de la palabra que la cantaron, la declamaron e hicieron participe a su audiencia para celebrar que los libros y la lectura existen, y desde luego no podían faltar los bibliotecarios y los mediadores de lectura.
Importancia de las FIL
El Encuentro Internacional de Bibliotecarios: Diálogo con las Diversidades fue organizado por la cámara colombiana del libro, Ministerio de la Cultura y las Artes y los Saberes, La Biblioteca Luis Ángel Arango, la Red de Bibliotecas del Banco de la República, la Alcaldía de Bogotá, Bibliored, Fundalectura, Asocajas y Biblioteca Pública Piloto. Actividad que inicio el 25 de abril y concluyó el 29 del mismo mes con un horario de 8:00 a 12:30. En el encuentro cada biblioteca invitada expuso los trabajos realizados en favor de las comunidades donde se alojan y el cómo sus servicios están enfocados a apoyar situaciones que afectan a las personas más vulnerables en cada región.
Iban del programa “Semillas de Agua” biblioteca itinerante, servicio que se ubica en el Volcán Cumbal, destacó que las comunidades primero quieren aprender lo propio y después lo de otros, para convertirlo también en sus saberes. Dijo que es en las bibliotecas donde se debe sembrar la semilla del saber, que cuando la biblioteca llego a la comunidad indígena, lo primero que hizo fue preguntar ¿qué hacemos con los libros? Entonces el bibliotecario inicio con los padres de familia, para orientarlos al respecto. Destacó que la biblioteca debe ir más allá de la frontera de los libros porque la gente le enseño que se debe leer el territorio, el mundo fuera de las paredes de la biblioteca.
Laura Cabello de Inridia Biblioteca Pública Municipal habló del programa que realiza “Mujeres empoderadas” y mencionó que para poder participar en esta comunidad el bibliotecario debe conocer la lengua de su grupo, así como la memoria del contenido local, más los saberes propios de esa comunidad, para que posteriormente puedan enseñar español y matemáticas, con lo que el conocimiento se hace reciproco. Porque el trabajo del personal bibliotecario es “construir escenarios de inclusión y propuestas para la paz”.
Son muchas y muy relevantes las actividades que giran alrededor de la Feria del Libro, algunas que evalúan las mismas actividades, las promociones de lectura, así como los homenajes a los escritores algunas de estas evaluaciones se comparten en el encuentro de mediadores de lectura, actividad que no se realiza en el recinto ferial, si no en un espacio alternativo. Este año correspondió a la Biblioteca del Tunal Gabriel García Márquez.
Entre los mediadores se destaca la importancia de la permanencia como mediador o como política de lectura y nuevamente Bibliotack expone que a los jóvenes hay que crearles estrategias que los lleven a pensar en la lectura como una fiesta. También argumenta que los participantes deben ser incluidos en la toma de decisiones, ya que “la cultura debe hacerse, no recibirse.” Alberto Soler de España del programa lectura Mandarache enfatiza sobre el hecho que muchos programas de lectura basan su éxito en la estadística y no consideran los aspectos que tienen que ver con la formación de lectores en los que su programa tiene experiencia y más de 20 años.
Esta Feria del Libro considera a todos los posibles visitantes sus gustos y necesidades, la oferta didáctica y literaria también maneja presupuestos para sus distintos públicos. Sus presentaciones son muy diversas para satisfacer la demanda y la curiosidad de personas comunes, como de intelectuales y estudiosos. Es una propuesta para mostrar avances de la oferta literaria local y fortalecer la cultura de los locales. Los bibliotecarios y mediadores de lectura son una pieza clave para formar y promover los libros entre la población local, por ello sus planteamientos son considerados en la feria para seguir fortaleciendo el desarrollo cultural de la localidad. Corferias tiene un diseño que permite al visitante jugar, tener imaginación y disfrutar de todos los escenarios y propuestas de la feria. Y un hecho que le da gran relevancia es que la feria del libro cuenta con los Bibliotecarios y las bibliotecas como aliados para las actividades extramuros que se presentan más allá de la Feria del Libro, con lo que no solo se favorece la lectura si no que se hace una promoción de los espacios públicos, se genera también una promoción turística.
Este recorrido a la Feria del Libro de Bogotá se hizo con el apoyo del Centro de Posgrado y estudios “Sor Juana” de la maestra y directora Vianett Medina, con la autorización de la Dirección del Instituto Municipal de Arte y Cultura de la Lic. Illia Aro y la Coordinación de Bibliotecas Públicas de Tijuana, de la C. Aida Araceli Méndez.