Ángeles Mastretta y la reivindicación del personaje femenino

Ángeles Mastretta y la reivindicación del personaje femenino

Por Andrea Alcántar

Escribir como mujer es un hecho lleno de consecuencias. Exige un trabajo de representación y de aparición que nos lleva a una trayectoria que va del miedo al deseo, de la afasia a la memoria, de la fragmentación a la integridad, de la humillación a la dignidad, de la enajenación a la conciencia, de la autocensura a la transgresión.

Nicole Brossard, “Rituales de escritura”, Feminaria, 1989.

La periodista y escritora, Ángeles Mastretta, nace un 9 de octubre de 1949 en Puebla, México. Con un estilo literario crítico, entreteje historias que tienen un referente en concreto: la mujer mexicana. Dentro de su narrativa, destaca la obra Mujeres de ojos grandes ya que presenta con mayor profundidad la ideología de la sociedad del México contemporáneo, marcando un cierre de siglo y al mismo tiempo, abriendo nuevas oportunidades para la mujer como personaje en la literatura. 

Publicada en 1990, Mujeres de ojos grandes está compuesta por treinta y siete cuentos donde Ángeles explora al personaje femenino como protagonista de su historia; un aspecto relevante porque en la literatura mexicana a principios del siglo XX, la mujer cuenta con un trasfondo y una carga de significaciones que la posicionaron como un personaje inferior y de poca relevancia, especialmente en las novelas de la Revolución Mexicana, donde aparece como una subordinada del hombre, siendo excluida como revolucionaria en el movimiento armado. Desde ese discurso, la mujer no cuestiona su realidad, y en caso de que lo haga o tenga rasgos del “otro”, aparece como una figura deshumanizada e inmoral por no cumplir su rol.

En contraparte a lo anterior, aparece Mujeres de ojos grandes, donde todas las protagonistas llamadas “tías” se sitúan en un contexto machista, pero al tomar consciencia de ello y deconstruir su realidad, ocurre una peripecia que cambia totalmente el rumbo de sus vidas, desmantelando y transgrediendo los estereotipos desde la locura, el amor, la religión, el poder, la amistad y la culpa. Según Atzori (2011), las mujeres que protagonizan estos textos “fueron las verdaderas anticipadoras del movimiento feminista” (p.41).

Finalmente, en el último cuento protagonizado por la tía Jose Rivadeneira, encontramos que es ella quien cuenta las historias de las otras tías a su hija. Por medio de la evocación descubrimos que el rescate de la voz femenina fue gracias a otra mujer. La visión de Ángeles Mastretta fue un paso para la reivindicación de las féminas y de su representación como personaje en la literatura: 

(…) se acercó a la niña y empezó a contarle las historias de sus antepasadas. Quiénes habían sido, qué mujeres tejieron sus vidas con qué hombres antes de que la boca y el ombligo de su hija se anudaran a ella. De qué estaban hechas, cuantos trabajos habían pasado, qué penas y jolgorios traía ella como herencia. Quiénes sembraron con intrepidez y fantasías la vida que le tocaba prolongar (p.223).


Bibliografía

Atzori,C. (2011). La perspectiva femenina en la obra Mujeres de ojos grandes de Ángeles Mastretta. España: Fundación General de la Universidad de Valladolid

Mastretta, Á. (2012). Mujeres de ojos grandes. México: Editorial Planeta Mexicana.


Andrea Alcántar

Andrea Alcántar es originaria de Tijuana. Estudia la Licenciatura en Lengua y Literatura de Hispanoamérica en la Universidad Autónoma de Baja California. Actualmente es correctora de estilo en la Revista Politique y guionista en el programa audiovisual Sensor UABC. Durante el 2020 se presentó en el encuentro de escritores Tiempo de Literatura con una lectura dramatizada y ha publicado narrativa y poesía en medios digitales.


La Lengua de Sor Juana es una revista bimestral del Centro de Posgrado y Estudios Sor Juana ©. Av. Las Palmas 4394, Las Palmas, 22106 Tijuana.

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